jueves, 27 de diciembre de 2007

MALENA III

Llamaba la atención desde el primer vistazo, sin usar dobleces una mujer espectacular, de esas a las que no te acercas por culpa de la generalización; y es que o es tonta o te hará quedar como un tonto.
Poco a poco percibes tu error y te aproximas con recelo ante los ojos más eternos que he visto nunca.
A veces preocupada, otras veces también, te hace desarrollar el instinto de protección a la dama para los que crecimos viendo Ivanhoe los sábados por la tarde.
Hace de la angustia un arte que te obliga a reír, o a sonreír, al menos, cuando a veces se debate en sus preocupaciones, mientras te mira desde esos ojos inmensos como una luna de Noviembre.
Y cuando crees que no puede darte más, se convierte en políglota y te alegra una noche de tanatorio.
Todo vale para mirarla, porque en un mundo catastrofista, una visión bella te llena muchos vacíos.
Aún cerrando los ojos podrías verte reflejado en los suyos, mientras se debate en algún punto de una hipocondría flamenca, que por si no lo hubiera conseguido ya a estas alturas, te hará sonreír; así es Ella, la de los ojos eternos y el corazón de oro.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo canónigo, UN CORAZÓN DE ORO, así es ella y por eso la quiero.

el aguaó dijo...

Bellísimo...

Anónimo dijo...

"Hipocondría flamenca": nunca nadie podría haberme descrito mejor.
Puntos suspensivos, eres mi Norte y mi guía...lo eres todo para mi.

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