sábado, 14 de marzo de 2020

CAPITULO II LA PAREJITA

Allí estaban esta mañana. Alguien que volvió corriendo al confinamiento. Alguien que se enteró que la tintorería seguiría abierta.
Allí se quedaron la parejita la tarde del viernes, hasta que el sábado cuando salimos a por alguna cosilla que nos faltaba por comprar, nos dimos cuenta de que alguien se los había llevado por fin.
Fue curioso. Sevilla este. Hasta allí llegaron dos patinetes siempre me quedaré con la duda de como y quienes fueron sus ocupantes.
¿Habría traido el virus desde otra zona de Sevilla?.
Afortunadamente se fueron como llegaron, de improviso.
Eso si antes de irse se ganaron la segunda foto del confinamiento.

viernes, 13 de marzo de 2020

QUE EL COVID NOS PILLE SILBANDO...EN CASA


CAPITULO I LA SOLEDAD DE LOS CALLOS

Parece que esto va en serio. Parece que irresponsabilidad tras irresponsabilidad al final lo consiguieron y el virus llegó a todos sitios. Y allí estaban aquellos callos solitarios, en una tarde en la que todo lo madrileño sonaba mal.
Me miraba con desdén al principio pero después con el deseo de que mitigara su soledad. Lo dejé todo condicionado a que hubiera algo de chorizo picante, para convertir aquellos callos en menudo.
No hubo suerte y allí lo dejé en soledad. Aquel trozo madrileño en el inicio del apocalipsis zombie que se avecinaba.
Estos días convulsos puedes hacer sin problemas un menú con lo que nadie toma, eso si me llamó la atención que nadie cogiera panacotta y que sólo quedaran tres botes de guindillas.
Mañana se inicia el confinamiento oficialmente, lo haremos mejor de como lo han hecho nuestros políticos. #Quemiencierrosirvadealgo

jueves, 5 de marzo de 2020

MOJAMA SANTI

Había nacido menudito, con la cara morena y un rostro más propio de la India que del Arenal. Era tan menudo que su madre nunca usaba el nombre entero. Siempre lo llamaba Santi. Además le encantaba la mojama, de ahí su sobrenombre. Santi recordaba sus anteriores reencarnaciones, había sido gorrión saltarín en el antiguo Egipto. Soldado en Roma, ...., así hasta la última en la India. Las reencarnaciones eran cada una distintas y los recuerdos que conservaba de una a otra no eran siempre en cantidad o calidad. De la última recordaba sus paseos por la India, hablarle a mucha gente y mucha hambre, aunque hambre con sentido. Cada vez que recordaba aquella reencarnación le pedía a su madre un puchero, con aquella pringá con la que podrías recomponer un par de animales. Se sabía hambriento, aunque feliz, era un poco como Obelix pero al revés había sido en otra vida de ayunos a más no poder y Santi ahora era capaz de comerse una vaca llena de pajaritos empujada por seis palos de nata.
Era fácil verlo por los bares del barrio bebiendo cerveza y comiendo mojama y sus amigos siempre venían a pedirle consejo, porque aunque según su madre no había nacido muy listo sus dichos y consejos te hacían pensar.
- Mojama, vaya tela la que ha dao el ayuntamiento y la policia con los aforamientos a mi me ponen de los nervios, ¿tu que harías?.
- La ira es mala consejera. Debemos pensar porque hacen eso y si quieres que te dejen pasar en una bulla aprende frases en italiano y tose mucho, y el mundo se abrirá a ti como una florecilla mañanera. Y ahora dejame meditar, no se que tapa pedirme además de la mojama.
Mojama vestía siempre de blanco y con la edad se había puesto unas gafas redondas que se encontró en pichardo, aunque estaban sin graduar, él estaba más cómodo con aquellos anteojos.
- ¿Que piensas del cartel Mojama?
- Que como aficionado a la fotografía me gusta que sigan siendo pinturas, por mucho que te paguen no compensa gastarlo en ansiolíticos.
Mojama Santi siguió en su rincón.
- ¿Y el Corona virus?
- Yo estoy inmunizado he comido bocadillos en sitios donde las uñas del dueño parecían cáscaras de mejillones, bebido cerveza en lugares donde se lavaban los vasos con aguilla y deditos y llevo en el cuerpo aguardiente y cruzcampo como para matar cualquier bicho. Osea que na de na...
...y allí siguió aquel sabio reencarnado.
- Algún dia Mojama serás el icono de la Sevilla más profunda.
- Dios me libre. Yo sólo quiero una cosa.
- ¿El que Maestro?.
- Más mojama....(continuará...o no
)

LA ÚLTIMA PRINGÁ

 Extraña sensación la de decir que tienes que ir a un bar a comerte un montaito antes de que cierre el domingo y que el camarero descendient...