sábado, 15 de diciembre de 2007

MALENA

¿Cuantas veces me he equivocado contigo?, muchas, demasiadas, de hecho cada vez que te miraba, me equivocaba, porque veía tus ojos de un color que no eran, y ahí estabas tu, para seguir hablando conmigo, para rellenar mis tediosas mañanas de letras insustituibles, para hacerme reconciliar con el mundo en esas mañanas de noviembre que sólo mi alma y yo conocemos; esta madrugada me has contado tu historia, algún día si se tercia te contaré yo la mía; mientras que el mundo siga perdiéndose tu sonrisa, peor para él, que las noches pasen que aunque sean un poco más oscuras que tus ojos, cuando las madrugadas se olviden tus mirar perdurará y sobre todo Malena, tu humanidad, porque bajo ese forro de mujer de bandera, hay una persona que tiene mi admiración y mi respeto; mi amiga Malena, una mirada que te lleva a la eternidad y un corazón inmenso.

P.D. Al final me vine dando un paseo, la noche no era excesivamente fría y necesitaba pensar.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Las cicatrices del cuerpo no tienen importancia.De las cicatrices del alma son de las que nos tenemos que preocupar...Y de esas no tenemos nosotros,¿a qué no?...

cerreño de san esteban dijo...

A que me parece que sé quien es esa tal Carmen. Desde luego no me he equivocao hija, ya me imaginaba yo que tendrías arte para ponerte un nombre que te fuera al pelo.
Y enhorabuena cigarrera morena, que no todos los días se encuentra un amigo que te diga y demuestre cosas como las que te dice este canónigo.
Amistades de esas son las que estan en peligro de extinción.
Besos y abrazos.

Anónimo dijo...

que bueno es darse cuenta de que tienes un amigo...y si encima es con una mujer que destaca por su hermosura,pues mejor...

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