miércoles, 19 de diciembre de 2007

QUE DECIRTE...


Que quieres que te diga, ya no se que decirte, me tienes, Madre, ensimismado, absorto, errante; busco palabras sentado en tu Basilica, me adentro en tu mirada y sólo te veo a Ti, no veo más, no recuerdo mi precariedad laboral, no sangro más por el corazón que como siempre esta roto, sólo te veo a ti, siento correr la primera lágrima, pero es una emoción contenida, no por la multitud que te rodea, sino por mi afán de permanecer a tu lado integro, disfrutando de uno de los días especiales que tiene mi calendario, el de tu santo, ese día en que venimos a tus plantas a decirte que te queremos, que no salgas de nuestras vidas; permanezco erguido al lado del tintiniabulo; mirando tu perfil, busco a mi amigo Alberto, venimos juntos, hemos desayunado, y hablado un rato de la vida mientras acababa la anterior misa, quiero mirarlo por saber que siente alguien que te adora desde que nació, yo como bien sabes soy tu hijo prodigo que volvió tras años de incomprensión, lo veo no muy lejos de mi, a los pies del altar de tu Hijo, tiene los ojos enrojecidos, hoy te ha dedicado su columna en el periódico, y allí está sintiéndose llenar por tu mirada, nos separan muchas vivencias de casi treinta años de vida que nos distancian, pero ahi estamos con el alma engrandecida y los ojos rojos, de sentirnos llenos de Ti, Madre.

3 comentarios:

el aguaó dijo...

Qué más se puede decir, si la imagen ya habla por sí sola y tus palabras las pronuncia el corazón...

Amargurista dijo...

Después de leer la entrada, aun me pesa mas(maldita dependencia del trabajo la que tenemos los pobres)el no haber podido compartir con vosotros este momento tan esperado todo el año, tanto por nuestro común amigo Alberto como por mi, y ya veo que poco a poco también por ti, mi querido amigo. Eres la segunda persona querida por mi que en pocos días me dice que la Señora que tiene atrapado mi corazón desde que nací, también los esta atrapando a ellos, poco a poco..., esa es la atracción de esta Esperanza. Bueno ya queda menos para el 18 de Diciembre de 2008 y poder mirar cara a cara a mi Esperanza... Un abrazo.

Anónimo dijo...

No entiendo mucho de internet, ya me abriré una cuenta de estas para dejar el anonimato, pero hoy quiero escribir algo porque la emoción me impide callar. Tú que haces estas fotos, que sepas que a través del espacio y del tiempo Nuestra Esperanza nos vela. Yo no sé cómo sería mi vida sin su rostro. La Señora me habla, me regaña, me consuela. Me siento querido por ella. Estaré loco, pero también estuve mucho tiempo lejos de ella, pero un día me llamó a su lado, nuestros ojos se enredaron. No veas cómo la quiero y cómo quisiera que ese amor que tú le tienes sosiegue tu vida laboral. Mírala y sé su mensajero. Ah, y déjala hacer y hacerse en tu vida. Un abrazo.

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