Perdido en una madrugada mágica, la niebla de tus calles dio alas a mis sueños, y mientras muchos dormían yo buscaba tu imagen, esa imagen tan inaudita e inesperada que no parezca ni tuya.
Mis sueños se habían renovado y ahí estabas tu, disuelta en una niebla que a pesar de ser te impropia, te hacia hermosa.
2 comentarios:
Cuantos instantes maravillosos nos deja la niebla.
Guapísima la foto. Parece que va a salir de un momento a otro el capitán Alatriste por ahí.
Publicar un comentario