viernes, 28 de diciembre de 2007

VENECIA



Allí te descubrí, plantado en medio del Puente de la Academia, mirando las tres cúpulas de La Salute, en pleno agosto, cayó de mi macuto una estampa de mi Virgen de la Caridad, me sobró de las que suelo repartir y me la guardé para dársela a un amigo, que por aquellas fechas lo estaba pasando mal, mi vida comenzó a hundirse hasta que llegado el verano empecé a remontar, mi amigo por su parte, tocó fondo en primavera y cuando yo pretendía confortarlo con mi estampa el ya iba subiendo de la sima en la que yo me precipitaba, sumido en aquel día gris plomo en medio de Venecia, quise imaginar que tu, Caridad, habías querido permanecer a mi lado a sabiendas de lo que se me venía encima, y allí te quedaste hasta que viste que el peor de tus hijos iba saliendo de su bache, comenzó a apretar la tormenta y permanecí quieto viendo correr turistas, y sintiendo tu cariño me sentí un hombre importante, por tener el corazón metido en una túnica azul y anudado a ti en un cíngulo blanco, antes de refugiarme en una trattoria tiré esta foto.


1 comentario:

Anónimo dijo...

¡ Que me gustaría ir a Venecia con..., con billete de ida y vuelta vamos!, a ves si te hechas en la cartera una fotito de La Caridad pa mi, mi arma...

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