jueves, 27 de diciembre de 2007

EL SELENITA

Miro sin hallarte, busco entre sombras de la noche y no te encuentro, y desde mi ventana se abre una luna franca y amplia, que ahora mismo te estará alumbrando igual que a mi, estés como estés y donde estés.
La miro anaranjada con la luz de los edificios que se reprime ante la belleza de sus mares y es como si me mirara dentro, como si su luz cada vez más blanca fuera a cubrirme con esa estela de amparo que necesitan mis letras; mientras va creciendo la noche de calor ebria y el run- run de la calefacción adormila mis sentidos; luna ¡ay!, luna que decirte si te han glosado, pintado, adorado, fotografiado, te han hecho música…, y yo no soy más que un agrupador de palabras que se pierde entre tus antagónicos mares mientras la noche me llena de recuerdos y de soledades, eres mi compañía, te hablo como si me oyeras, te grito, te aulló y vuelves cada mes resplandeciente, a mirarme, a darme luz blanca, esa que hace que los sueños sean más limpios,…, sueños, cuanto sabes tu de sueños ¿verdad?, los míos ya los conoces, ahora que la madrugada avanza y la traslación ya te ha retirado de mi lado, ahora que mi visión te ha cambiado por un insulso bloque de pisos, sigue alumbrándole donde sabes, sigue repartiéndole tu magia en forma de chispas de luz nívea, aun vendrás un par de días llena, quizás te cuente su nombre, quizás, o tal vez te lo cuente cuando vuelvas al próximo parasceve; mejor haremos un trato, mañana te digo su nombre y para la próxima vez que vengas llena, tráeme una de sus sonrisas, estaré aquí en mi ventana, donde cada luna del parasceve tu y yo hablamos de la vida. Adiós, luna hasta mañana.

1 comentario:

el aguaó dijo...

En cierto modo me ha recordado la canción de Joaquín Sabina "Que se llama soledad".

¿Es consciente la luna que está siendo fotografiada por un genio de la cámara?

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