A Moris por mi rabieta del mediodía y a Perfe por los desayunos
Está calentita la foto aún, es el primer día de quinario de mi querida hermandad de Montesión y allí he estado un año más para verte Señor, arrodillado, implorante, sabiendo su destino y aceptándolo con resignación; esta es la foto buena de Montesión o al menos la que a mi me gusta hacer, los temas costaleriles y demás, son historia, el Señor y su Madre son eternos, en la plaza de los Carros.
5 comentarios:
El Señor y Su Madre permanecerán siempre.
O no.
Di que si Canónigo, muy buen comentario, un fuerte abrazo.
Ahhh, y se me olvidaba, a ver cuando te vienes a desayunar, ya que lo dices...
De una belleza digna de la Imagen que se vislumbra al fondo.
Un beso.
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