lunes, 7 de enero de 2008

FUENTE


Y en medio del patio, había una fuente, cantarina y risueña, con ecos de otros tiempos y sombra de verano en las mejillas, las plantas la miraban con deseo y los visitantes se mojaban la mano, en verano para refrescar su alma, la Inmaculada de piedra arrancaba el gesto de persignarse de todo el que entraba, sonaron dos campanadas alguien repartía publicidad, y el mundo exterior se manifestó, para recordarnos que seguíamos en el centro de la Sevilla del sigloXXI.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me llevaria horas sentada en ese patio a los sones de mi mecedora con el sonido del agua marcandome el compas y Ella cuidando que nada malo me suceda.


PD. Perdona que no use los acentos pero tengo cambiado el teclado, ya lo arreglare.

el aguaó dijo...

Caló su sombrero y con una reverencia se dio la vuelta y desapareció, mientras a su espalda resonaba el eco del agua caer en los rincones de la memoria...

Preciosa imagen amigo.

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