lunes, 7 de enero de 2008

AMOR


Tenía entre los dedos un sueño, ese tipo de sueño, que te renueva la ilusión cada mañana al despertar; me desplazaba, iba y venía, tenía poco que hacer, notaba que su sueño no era más que eso, sin embargo cada día que pasaba notaba más y más como aquello que crecía en su interior era necesario e incluso importante, iba y venía y cada vez lo notaba más y más crecer; nunca supo como se llamaba esa sensación, sin embargo le tenía ilusionado y le permitía disfrutar de la vida con pasión, sabía que la idealización no era buena sin embargo se sentía loco por aquello que crecía y crecía en su interior y cuyo nombre no lograba recordar.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Genial amigo...

el aguaó dijo...

Me alegro muchísimo amigo mío.

Un fortísimo abrazo.

Anónimo dijo...

Sentir una ilusión...es una de las mayores emociones.

PEPE LUIS TRUJILLO DEL REAL dijo...

A veces una imagen, vale más que mil palabras, cuando dentro de unos días abandone la Anunciación para volver al Salvador donde todos los conocimos echaremos de menos ya no verlo bajo la inscripción que mejor le va, que parece que fue pintada para Él siguiendo la norma ignaciana.
Ahí lo hemos tenido estos años, que ya cuando nos acercabamos para susurrarle un padrenuestro, dejabamos de contemplar al pelícano de nuestra niñez y nos quedabamos absortos en la frase...
"ASÍ ES MI AMADO ENTRE LOS HOMBRES"

LA ÚLTIMA PRINGÁ

 Extraña sensación la de decir que tienes que ir a un bar a comerte un montaito antes de que cierre el domingo y que el camarero descendient...