jueves, 3 de abril de 2008

SIEMPRE


No soy más que un trozo de niñez agazapado en una esquina de mi horario; un sueño repleto de violetas, que son mis flores, y una calle turbia en adoquines y secreta en rincones, donde una tasca reparte sabiduría.
No aspiro a más que a un atardecer, a oir Churumbelerias o Amarguras y a saber un sueño gastronómico templado en caldereta.
Despierto a las ansias en una plaza repleta de hojas en otoño, y en el olor(que no en el sabor) de las castañas asadas.
Despierto con su sonrisa y sueño con su mirada, en una tarde de abril desandada al dolor y ganada para los sueños, esos trozos de materia que fluyen en el aire sin ser materia.
Al fin y al cabo ¿en que difiero de un niño que quiere su bocadillo cuando viste de nazareno?.

1 comentario:

cerreño de san esteban dijo...

Buenísima la foto canónigo.
Y como siempre tambien el comentario.
Cuando seas pregonero de la semana santa acuerdate de los pobres hombre; a ve si por lo menos así podemos verlo en condiciones.
Seguro que harías un PREGONASO.

LA ÚLTIMA PRINGÁ

 Extraña sensación la de decir que tienes que ir a un bar a comerte un montaito antes de que cierre el domingo y que el camarero descendient...