Así me pareció en su catafalco de madera y pan de oro, bañado en claveles y arropado por un templo reestrenado en sueños y recuerdos, allí me lo encontré al más amado, al Hijo del Hombre.
3 comentarios:
Anónimo
dijo...
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3 comentarios:
para esta imagen no tengo palabras,solo sensaciones,vivencias y recuerdos que no pueden expresarse con letras...gracias por esta foto canónigo...
Fotografía magnifica, para incomparable imagen en grandioso templo
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