Justamente un domingo por la mañana, ves la sombra de las eternas formas de la religiosidad popular, se adivina la cúpula de una iglesia dando sombra al rincón de las tortillas de jamón; permanece cerrada al paso de las horas y poco a poco se recompone su maltrecha fachada, volví a pasar y su sombra ya se había disuelto en la luz del mediodía.
miércoles, 5 de marzo de 2008
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3 comentarios:
Una imagen espectacular. La sombra de la duda de su restauración, lamentablemente, es mayor.
Un abrazo amigo.
Ojú. Hay veces en que el arte se alinea, y se confabulan en una foto genial con un texto antológico y un comentario en Cantaro velazqueño...
Hablando de "restauración": buenas espinacas... ¿eh, mi "coronel"?
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