lunes, 17 de noviembre de 2008

SOMBRAS


A veces somos sombras. Sombras inquietantes que buscan la luz sin ni tan siquiera recordarla. A veces somos sombras que vagan sin rumbo por este mundo errantes y sin esperanza. Sombras antes y después de las batallas cotidianas. Sombras sin alma o con el alma oculta. Sombras que se vierten en ciudades que anulan a los individuos. Estas sombras se vinieron conmigo desde los adoquines del Coliseo Romano. Las sombras que buscaban su lugar en el mundo.

2 comentarios:

Juan Duque Oliva dijo...

Ele ahí las sombras por fin.

Genial.

Anónimo dijo...

A veces somos sueños de sombras.

A LA SOMBRA DE ROCÍO Ya ha llegado la Virgen de nuevo a su casa. Ya hemos vuelto de verla en la calle, este año que hemos podido allí hemos ...