jueves, 27 de noviembre de 2008

UNA NOCHE


Volvía de separar las horas para que parecieran más grandes. Cuando me crucé una vez más con mi ciudad. Un rincón escondido otras veces me dejó a la vista una ensoñación hecha imagen. Yo sé que no hago buenas fotos, aunque también se que soy capaz de delimitar momentos. Y así te delimité Giganta. Escondida entre mis sueños y angelitos una madrugada de Noviembre, mientras volvía a casa. Con las tabernas metidas entre los huesos.
Hoy Giganta te he visto. Esta tarde me he quedado mirándote. Como siempre que paso debajo de ti. Fuiste mi primer amor. Ahora tengo a mi Amor, así con mayúsculas, esa que hoy hace dos meses que me aguanta. Aunque Giganta sigues dejándome embelesado cada vez que paso por tus plantas. Gracias por felicitarme por esos dos meses. Ya sabes quien es. Muchas veces te hablé de Ella. Conseguí que me besara. Fue cerca tuya. Gracias Giganta por tus noches en vela.

6 comentarios:

Lary Morales dijo...

me gusta mucho esto que has escrito tiene algo que lo hace muy especial y muy tuyo personal, gracias por compartirlo con nosotros

goooooood girl dijo...

i like your blog......

Juan Duque Oliva dijo...

Un lugar mágico sin duda para recordar siempre.

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Sabor Añejo dijo...

Que bellas y delicadas palabras le decicas tanto a la una como a la otra, aunque las hagan diferente la carne y la piedra. Ambas se sentirán orgullosas.

Un abrazo

Zapateiro dijo...

¡Qué bien se te intuye!

LA ÚLTIMA PRINGÁ

 Extraña sensación la de decir que tienes que ir a un bar a comerte un montaito antes de que cierre el domingo y que el camarero descendient...