De mi vida de las entretelas de mi cuerpo. Ya ni te entiendo, ni lo intento. Esta vida tan extraña que me hace extraño me ha dejado un medio de comunicarme extraño. Tan extraño como la vida misma. En la primera entrada se ha empeñado en no guardar el título. Y en todo lo de esta noche ha puesto la misma hora. Las 10 55, aunque estas letras se están cerrando a las 3 y 15. No se que sería de mi sin mi insomnio. Compañer@s me voy a dormir. Bueno mejor no. Me voy a salir a la terraza un rato. Acostarme para no dormir es inútil. Hoy no os voy a contar nada de sonrisas ni miradas ni siquiera de cofradías. Hoy no me encuentro con ganas. Mañana será otro día.
Adiós mundo, hasta mañana.
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3 comentarios:
Resulta curioso leerlo ahora tan temprano.
Buenos días
A veces es mejor guardar silencio y retirarse a descansar, pues las palabras que pueden salir, son demasiado melancólicas.
Un fortísimo abrazo mi querido Canónigo.
Yo soy especialista en dar vueltas en la cama para no dormir, pero es que si me pongo a hacer otra cosa… entonces es la perdición. El mundo no está preparado para los que llevamos ritmo nocturno.
Sobre blogger no te digo nada que demasiados disgustos me da a mi…
Kisses
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