Gata te dedico un día de lluvia. Como el de ayer al que salí sin reloj y por supuesto sin paraguas. Un día que olía a tierra mojada y a recuerdos. Un día de sueños abiertos en canal. Un día en el que quise notar que seguía siendo y que la lluvia me purificara. Te dedico un día en el que la gente corre y los taxis desaparecen. Te dedico una tarde de otoño naciente en el que me sentí nuevo bajo un día de lluvia feliz. Uno de esos días que no se olvidan.
lunes, 29 de septiembre de 2008
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A LA SOMBRA DE ROCÍO Ya ha llegado la Virgen de nuevo a su casa. Ya hemos vuelto de verla en la calle, este año que hemos podido allí hemos ...

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...que fébril la mirada, que diría el tango. Me paro a pensar que si esto que si aquello, que si para acá que si para allá. Y la fébril...
4 comentarios:
Joe, como estamos tos con la lluvia. Yo no digo na, pero a ver si vamos a estar atrayendo al cenizo. Que los polvorones están aquí ya, y enseguidita, ya sabéis...
La lluvia a veces purifica y limpia, y otras te retrotrae a momentos perdidos de tu memoria.
Un abrazo querido Canónigo.
Muchas muchas gracias; además, sin reloj ni paraguas.. parecías yo enteramente, jejeje. El sábado salí a purificarme yo, a pasear bajo la lluvia… A ver cuantos días de estos nos quedan…
Kisses miles y gracias.
Por lo que se ve sois muchos los que no usáis paraguas.
Y somos muchos los que nos encanta la lluvia.
Me estoy acordando de un día de lluvia en la playa, creo que escribiré una entrada sobre ello.
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