Garfio apareció por la Carrera Oficial. Ese año ya no habría Semana Santa. Habían roto los relojes para que nadie pasara por Campana. Peter Pan volvió y se negó a dejar esa varita que tomó en la Borriquita. Y desde la Iglesia de Nunca Jamas trajo el tiempo de una nueva Semana santa en la que la importancia viniera por lo verdaderamente importante. Y donde el reloj era accesorio para comprender la verdadera naturaleza de la Semana Santa. Donde el fondo de la religiosidad popular volvió a ser la fe y la forma quedó en anécdota.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
A LA SOMBRA DE ROCÍO Ya ha llegado la Virgen de nuevo a su casa. Ya hemos vuelto de verla en la calle, este año que hemos podido allí hemos ...

-
...que fébril la mirada, que diría el tango. Me paro a pensar que si esto que si aquello, que si para acá que si para allá. Y la fébril...
-
A Toñi, que hace tiempo que no le dedico una entrada. Se crean túnicas, se hacen sueños, de capa, de cola con antifaz y ancho cinturón de es...
No hay comentarios:
Publicar un comentario