domingo, 25 de mayo de 2008

SEÑOR


Miraba desde las alturas tu mirada gacha, hacia los que entraban en tu Basílica, me sentí nervioso cuando me vi fuera del influjo de tu rostro, bajé del coro y me senté un rato a tus pies, aunque como todos los días de Cuaresma llegaba tarde.

No hay comentarios:

LA ÚLTIMA PRINGÁ

 Extraña sensación la de decir que tienes que ir a un bar a comerte un montaito antes de que cierre el domingo y que el camarero descendient...