Se mezclaban las sombras y las luces en aquella calle. Nunca sabré la respuesta de lo que aquel día te pregunté, pero ya no me importa saberlo. Es más olvidé hasta la pregunta. Y sabes que no me hiciste curioso. Fueron las rendijas de aquella noche las que me dejaron rezarte y fotografiarte mientras dentro había cultos. Hoy hace un año de aquello. Hoy hace un año de aquella visita a ese Cristo que tantas veces me ha servido en esos caminos de adoquines por los que a veces ando. Cuando la luz en mi vida sólo entra por rendijas.
lunes, 2 de febrero de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
LA ÚLTIMA PRINGÁ
Extraña sensación la de decir que tienes que ir a un bar a comerte un montaito antes de que cierre el domingo y que el camarero descendient...
-
Extraña sensación la de decir que tienes que ir a un bar a comerte un montaito antes de que cierre el domingo y que el camarero descendient...
-
...que fébril la mirada, que diría el tango. Me paro a pensar que si esto que si aquello, que si para acá que si para allá. Y la fébril...
-
Pudiera llamarse Isabel. Pudiera ser que ha sido madre de su segundo y tercer hijo, los hermanos mellizos que convertirán su familia en ci...
5 comentarios:
Impresionante, todo lleno de luz.
Un abrazo, Canónigo de mi arma.
Preciosa imagen.
Hijo ¡qué belleza! cómo llega la foto...
La belleza de su muerte derramando Salud...
ES usted un maestro. De muchas cosas. He dicho, ¡hala.!
Publicar un comentario