Fuera de San Bernardo llovía. El miércoles Santo estaba cerrado en agua. Y un pequeño monaguillo se sentó entre los cirios para sentirse a resguardo de lo que llovía fuera. Me miró desafiante cuando disparé mi cámara. Un niño sentado entre cirios sin usar al lado de dos paragüas. Era sin duda, la foto de la lluvia.
martes, 19 de agosto de 2008
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