Huele a tostadas y aguardiente, es lunes y Candelaria esta aguardando a que vengan sus hijos; ha vuelto del médico, ese que arregla las heridas físicas, y está al final de la calle San José aguardando a esa visita que siempre vuelve, ese gesto erguido de su hijo Antonio que abrumado por el mundo pasa ciertos ratos junto a Ella, a veces habla, a veces no,...., Teresa también ha venido hoy, tiene mala cara, aunque agradecida le manda un beso, el día transcurre y Candelaria sigue allí, viendo pasar tristezas, ilusiones, alegrías,...., y allí seguirá cada lunes, los lunes, el día que todo empieza.
martes, 15 de enero de 2008
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1 comentario:
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