
A TUS POSTALES QUE FUE LO PRIMERO QUE VI DE TI.
La eternidad nos llega sin pensarlo, a veces no somos conscientes de que somos eternos hasta que pasa el tiempo y miramos con la facilidad que da el mirar de lejos; yo me hice eterno en Venecia, allí confirmé mi alternativa de sevillanía y recordé donde nací, en un sueño de capirotes, luz y alegría; donde las sombras y el sol rivalizan en el año, y te puedes quedar prendido de una mirada hasta que tu sueño se haga realidad o se pierda en una mañana de feria.
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