Allí estaba prendida sobre tu frente, seguía impune provocando una de tus heridas.
Afuera seguía el tiempo corriendo y yo te miraba, como si nunca te hubiera visto, vi tu gesto de resignación y comprendí muchas cosas; estuve un rato a tu lado y volví a casa.
1 comentario:
Cuando saliste al exterior... ¿no había pasado más tiempo del que creías?
Publicar un comentario