Miraba y remiraba, buscaba donde apoyar mi foto, donde montar una imagen que dijera algo; y allí te encontré en un rincón te proyectabas tras la mano atravesada por un clavo y me arreglaste la tarde.
viernes, 18 de enero de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
A LA SOMBRA DE ROCÍO Ya ha llegado la Virgen de nuevo a su casa. Ya hemos vuelto de verla en la calle, este año que hemos podido allí hemos ...
-
Recuerdo de pequeño usar la palabra rancio, para aquellos alimentos que se habían echado a perder o que estaban a punto de hacerlo. ...
-
Gata te dedico un día de lluvia. Como el de ayer al que salí sin reloj y por supuesto sin paraguas . Un día que olía a tierra mojada y a r...
-
Extraña sensación la de decir que tienes que ir a un bar a comerte un montaito antes de que cierre el domingo y que el camarero descendient...
1 comentario:
La genialidad es algo que suele visitarte muy a menudo.
Un abrazo amigo Canónigo.
Publicar un comentario