Aún te resta unos pocos de días para venir a vernos. Aunque ya te huelo llegando sigilosa como ese cliente inesperado que nos asalta una mañana cuando pensamos en otra cosa. Ya te veo venir despacio, muy despacio. Ya te espero con los brazos abiertos, con las ganas intactas.
domingo, 8 de febrero de 2009
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2 comentarios:
Dulce espera
¿Los gozos de las visperas? ó ¿las visperas de los gozos?
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