Al Rascaviejas.
Las Sevillas son muchas. A veces demasiadas. Te cruzas con la tradicional, la alternativa, la de siempre, la nueva, la verdiblanca, la mestiza, la de ruán, la rojiblanca, la de tasca, la de restaurante,...., después de muchas, descubres la erótica. Esa en la que la procacidad, lo psicalíptico, todo aquello que rodea las calenturas de espíritu tiene cabida.
2 comentarios:
Inmenso. No sabemos si el efebo tenía corona...de laurel, pero lo de la cabida da mucho en qué pensar...
Jajajajajaja,muy buena Antonio.
Un beso.
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