No entiendo demasiado de toros. Más bien casi nada. Pero siempre he amado las chicuelinas. Ese quiebro trágico y extremo que sirve para pasar la vida por tu lado sin que te arrolle. Ahí lleváis una de las últimas que se vieron en la Maestranza.
viernes, 24 de abril de 2009
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4 comentarios:
NO distingo quién es, pero es una chicuelina soberbia. Sí, un quiebro a la vida, o a la muerte.
Un abrazo, Canónigo de mi arma.
Yo tampoco entiendo de toros, pero sí sé cuando algo cuesta trabajo. Y a simple vista, el escorzo que muestra el torero hace reflexionar sobre el esfuerzo realizado.
Un abrazo amigo.
P.D. Disfrute vuesa merced de la semana que empieza mañana.
Canonigo, si vas a alguna corrida en la que toree mi idolo, Morante, y le haces alguna foto guapa ya sabes colega..., un saludo.
Se trata del Fundi, gran torero de Madrid, no confundirlo con el Fandi, ese torero de Granada famoso por poner banderillas y poco más.
La Chicuelina, es la gracia por excelencia, pero que dificil es ver un quite bien ejecutado por chicuelinas al modo que lo creara aquel torero de la Alameda, que para gracia de esta ciudad, como Belmonte y la calle Feria, nació en la calle Betis.
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