A mi sobrina Elena y a mi Lola, pasado, presente y futuro de mi sonrisa.
Tiene color de paseo de la Palmera con tarde de domingo. Recuerdos de Convento del Espíritu Santo para llorar el Viernes por la mañana. Y somnoliento instante de mañana de viernes santo llegando a la Estrella. Tiene figura de la primera verónica del único Maestro que he visto en directo. Tiene olor a cocina de tasca..... A veces cuando no ves el camino ella aparece con ese amplio manto de punto que sirve para tener ilusión.
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