
Me llegó al correo electrónico, lo vi mientras me comía el último mantecao del resto navideño. Y aun sonreía recordando los besos que Ella me dio esa noche. Era el Almanaque nada más y nada menos. Haré lo imposible por asistir. Aunque como suelo hacer en las presentaciones me colocaré en el último lugar del salón. Es un libro de mi amigo el Profe, ese que me mantenía despierto unos minutos a diario para leer su artículo en nuestro periódico. El Cabildo. Aquella publicación cofrade tipo Carretería, un ente romántico que sucumbió ante la sinRazón del tiempo y las personas. Es para mi un orgullo ver mi nombre en ese libro. Gracias Profe. Abrazos.
2 comentarios:
Yo iré con toda seguridad. Y, salvo que me enreden, seré quien está sentado a tu lado.
Un abrazo.
El orgullo es que un gran fotógrafo le haya puesto imágenes a los meses del almanaque.
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