Con aun las heridas abiertas por la muerte de mi amigo Alberto. La vida te da esos respiros que sirven para cambiar las canas por arrugas. O lo que es lo mismo el dolor por la alegría. La vida nueva se llama Curro. Será de Santa Cruz y el Baratillo y aunque a su Tía y a mi no nos dejó descansar el día primero del año. Para mi se ha convertido en un bálsamo reparador que te da la vida. Aún me quedan rastros en el alma del entierro y aún guardo sonrisas para ver a Curro. Que espacio más corto es la vida cuando ves tan cerca el final y el principio. Curro ayer en su primer día miraba hacia arriba distinguiendo bultos y sombras y en su mirada ya se adivinaba un futuro. El futuro de la vida que pasa. Aquí os dejo la Virgen de la madre de Curro y de su tía, esa preciosa mujer que se ha convertido en mi mejor mitad.
3 comentarios:
Pues que te sirva como bálsamo, una vida nueva para intentar hacerte más llevadera la pérdida de otra que se te ha ido.
Un beso.
Unos van y otros vienen... Así es la vida de rara, ¿verdad?. Un día no puedes de la pena y otro te sales de la alegría.
Un beso muy fuerte mi Canónigo.
Por cierto, ¿Cómo hago para salir en color como to el mundo?
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