Llevaba ya demasiados días con la melancolía instalada entre los huesos, parecía que al colmo de mis desdichas siempre acudían invitados, y aunque esa es un poco mi naturaleza, tampoco soy tan triste como aparentan mis letras.
Entonces llega ese instante en el que te paras y dices voy a acordarme de algún rato bueno y te viene de frente y sin preguntar esa mágica noche en la que te sentí tan cerca, esa noche en la que desembocó una tarde repleta de sentimientos y amistad en la que me planté allí solo, en autobús sin nada preparado, a la aventura, aunque no hay mejor aventura que la que en ti acaba; en principio iba sin cante, sin vino, sin amigos,..., pero allí me planté a decirte esas cosas que sólo tu sabes; fue llegar a tu aldea y proveiste a este humilde canónigo de todo aquello que a priori no llevaba, sonó el telefono y apareció Paco y su gente, Jesús y su guitarra, un porche y una tarde de domingo de Rocío de esas que no olvidas en seis vidas.
Antes de irme te llevé conmigo repleta de marea humana y con esa sonrisa mágica con la que alumbras los amaneceres de tu lunes, a todos a los que vamos a recordar junto a ti que la vida es maravillosa.
1 comentario:
Por ver tu cara divina
que sepas que yo me muero
Por ver tu cara divina,
el Lunes por la mañana
cuando levantas los ojos
pa´despertarte en TRIANA
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