Vestía de ese color, con una sonrisa y la quietud como reclamo.
Con aire victoriano, allí la dejé ante el ficus en el que un día dispararon a la Estrella.
A LA SOMBRA DE ROCÍO Ya ha llegado la Virgen de nuevo a su casa. Ya hemos vuelto de verla en la calle, este año que hemos podido allí hemos ...
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