Mientras el Iker sigue acojonandome en la tele. He caído en la cuenta de que si Dios quiere(Ese Dios al que rezo todos los días).Que el día de los difuntos estaré paseando por Roma.
Un día que nace entre churros y aguardiente en la Resolana y suele acabar disparando la cámara por el camposanto. Estoy deseando ver Roma. Os dejo un recuerdo de mi último día de los difuntos.
6 comentarios:
Hasta en el cementerio hay clases y clases
De qué conozco yo eso?
Te va a merecer la pena el cambio, aunque claro ¿qué te voy a decir yo?
Kisses
Cuidao la que da Iker los dominguito por las noche...
...Con to sus muertos, nunca mejor dicho.
¡Un saludasso miarma!
Menos mal que no vas a Praga,con su cementerio maravilloso y acojonante...
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