Pasaban horas en mi memoria. Y nazarenos por la calle que acompañaban tu desconsuelo, y el mio. Encontré mi vida en un rescoldo de la tarde ese que a ti te daba Campana y a mi motivos para pensar demasiado. Busqué una sombra para proteger las distancias que me traía la vida. Pasaste por debajo del balcón. No me miraste. Tu mirada era hacia abajo. Mientras pasaban tus penitentes no conseguía olvidarla. No conseguía sacarla de mi vida. Era Semana Santa y yo me quedé colgado de una mirada.
jueves, 18 de septiembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
A LA SOMBRA DE ROCÍO Ya ha llegado la Virgen de nuevo a su casa. Ya hemos vuelto de verla en la calle, este año que hemos podido allí hemos ...
-
...que fébril la mirada, que diría el tango. Me paro a pensar que si esto que si aquello, que si para acá que si para allá. Y la fébril...
-
A LA SOMBRA DE ROCÍO Ya ha llegado la Virgen de nuevo a su casa. Ya hemos vuelto de verla en la calle, este año que hemos podido allí hemos ...
-
Pudiera llamarse Isabel. Pudiera ser que ha sido madre de su segundo y tercer hijo, los hermanos mellizos que convertirán su familia en ci...
1 comentario:
Saber mirar...
Publicar un comentario