martes, 19 de febrero de 2008

SUEÑOS Y PAN CON CHOCOLATE



A TI, QUE SABES POR QUIEN VA ESTO, A VECES PIENSO QUE ME CONOCES MEJOR QUE YO MISMO.

Sueños de otras épocas, de sábados por la tarde uniendo el pan y el chocolate, recuerdos que se agolpan en la mente y pugnan por salir en descontrol; como la lluvia de aquella tarde de noviembre que nos unió a la espera de que parara.
Sueños de chocolate hecho a medida de un nazareno de treinta centímetros, sueños de pasitos hechos de caja de cartón, por tambor la caja de tortas imperiales y dos rotuladores.
Sueños que se reflejan en el cristal de una tienda, tengo que reconocer que yo era más de casa Marciano, aunque los tramos hechos de papel y colores, rellenos de caramelos, también llamaban mi atención.
Sueños que se escapan entre mis dedos como la arena de la playa, sin esperar siquiera que me haga a esto de ser adulto.
Sueños de nariz pegada a los detalles de un paso en miniatura, que aguarda una carrera oficial que durará una semana.
Sueños de prisa para volver a casa donde los juguetes de los pasados Reyes aun guardan secretos a mis manos.
Sueños que se cumplieron, otros que no llegaron y otros que nunca se cumplirán, y que empezaron a nacer una tarde de noviembre, llovía tras el cristal y mi madre nos dio pan y chocolate.

5 comentarios:

el aguaó dijo...

Amigo Canónigo... te has superado. Genial. Has conseguido emocionarme. Tantola imagen como el texto son impecables. Magníficos.

Enhorabuena.

Un fuerte abrazo.

P.D. Nunca dejes de soñar...

Anónimo dijo...

Es como volver 30 años en el tiempo,gracias por recordar lo que ya muchos ni nos acordamos.

cerreño de san esteban dijo...

Eh o no!!?. Yo tambien me acuerdo. Incluso a veces he dejado derretir el chocolate nestle en la mano para comérmelo, para saborearlo como cuando era un mico; y que te ponías la mano perdía pero el sabor era sin duda diferente.

cerreño de san esteban dijo...

A propósito... No es broma, lo prometo. Cuidado al pedir porcion de una tarta de chocolate del cafe de indias de la av. Constitución. Pedí una el día del via crucis de Santa Cruz, hace ya una semana, y desde entonces tengo unas ardentías cada vez que si quiera huelo algo de chocolate que no te vea. Lo último ha sido el colacao de esta mañana. Ni cuento la que me dio el cía que me lo comí. Horroroso... eso era chocolate PURoooOooo.

Anónimo dijo...

Mi querido Cerreño.
Suele pasar, las ardentías o pirosis, con la ingesta de cacao.
Tómate un antiácido.

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