Se distancia la cordura y quedas a merced de lo que pase, así permanezco a diario en esa frontera de lo que es y lo que no, de lo que sucede y de lo que realmente quiero que suceda, entre el ayer y el mañana, mezclado con el quiero y el es; así sin más, sueño mientras voy en autobús y la distancia de la cordura reclama su sitio, así sin más te soñé una noche de febrero en la que el aire presentía la primavera y mis ojos suspiraban por tu invierno, por aquel invierno de regresos y distancias que me separó de la cordura.
Volví la vista hacia el pasado y comprendí que ya nada era igual, que todo aquello que una vez creí se había esfumado de mi vista y sólo tu mirada me recordaba el mundo real, aquel del que me salí el día que me vino grande el estar cuerdo.
2 comentarios:
Uno de los mejores textos que te he leído querido amigo.
Sencillamente genial.
Un fuerte abrazo.
Profundísimo chulo.
Aparte, la foto está de arte. Si tienes fotos como esta, todavía se me ocurre aún más la pregunta de ayer, sobre alrededor de cuántas fotos podras tener guardadas.
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