miércoles, 17 de junio de 2009

AMOR


Tenía muchas ganas de decirte que te quiero. Te veía tímida, tras tus gafas y sólo quería decirte que un día sin besarte era un día perdido. A veces la vida es como debe y amanecí una mañana mirando tu cara y desde aquel momento no pude ni quise dejar de mirarte. A ti la de los ojos brillantes y el corazón inmenso, a ti mi sueño, la mujer que me devolvió la sonrisa, a ti mi Lola la dueña de mi corazón.

2 comentarios:

La gata Roma dijo...

Jops… no digo nada, porque ¿qué te voy a decir?
Que tenéis mucha suerte, aunque tampoco creo que sea inmerecida.
Kisses

P.S. Se me olvidó decirlo en el otro comentario, un placer haberte conocido en medio de la marea verdiblanca.

Julio Mod. dijo...

Soneto nº XXIV

Pintores son mis ojos: te fijaron
sobre la tabla de mi corazón,
y mi cuerpo es el marco que sostiene
la perspectiva de la obra insigne.
A través del pintor hay que mirar
para encontrar tu imagen verdadera,
colgada en el taller que hay en mi pecho
al que brindan ventanas tus dos ojos.

Y observa de los ojos el servicio:
los míos diseñaron tu figura,
los tuyos son ventanas de mi pecho
por las que atisba el sol, feliz de verte.

Mas algo falta al arte de los ojos:
dibujan lo que ven y al alma ignoran

Wiliam Shakespeare

LA ÚLTIMA PRINGÁ

 Extraña sensación la de decir que tienes que ir a un bar a comerte un montaito antes de que cierre el domingo y que el camarero descendient...