Cuando me encaramé al coro de la Iglesia, vi este detalle desde una posición que no era la habitual, que solo se queda el sillón cuando Ella no esta, es su sillón nunca se sentará en él, pero que solo se veía desde las alturas, sin que la imagen de la Virgen pareciera que acababa de bajar de él, este sillón no era más que eso, un sillón, un mueble, sin el sentido que tiene cuando Ella lo antecede.
domingo, 16 de diciembre de 2007
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A LA SOMBRA DE ROCÍO Ya ha llegado la Virgen de nuevo a su casa. Ya hemos vuelto de verla en la calle, este año que hemos podido allí hemos ...

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...que fébril la mirada, que diría el tango. Me paro a pensar que si esto que si aquello, que si para acá que si para allá. Y la fébril...
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1 comentario:
Pero aún así... es el sillón de la Señora.
Un abrazo.
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