
Desde donde me alcanzaba la vista, hasta donde tu llegabas. Sólo oscuridad, oscuridad puntiaguda iluminada por cera penumbra. Las bóvedas se antojaban pequeñas, para acercarse a verte. Sólo oscuridad, oscuridad y tu rostro, aquel que me ilumina cada viernes por las mañanas.
4 comentarios:
Pellizco gordo....
Espectacular!!! Me la llevo para mi blog. Un abrazo gordo
Lo llena todo, lo ilumina todo. Es la Luz y el Espacio. Es el Poder.
En la luz de su farol, nuestra vida que brota por su sangre coagulada; en su tunica, los suspiros de tantos rezos que vieron los siglos; en la voz de la saeta, el llanto de sus pobres...
En sus manos siempre, el Poder y el Imperio de nuestras vidas.
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