lunes, 17 de mayo de 2010

ROCÍO


Se nubla mi razón al recordarte. Ansío que llegue el miércoles,..., aunque también pienso en ese instante en el que me guardaré muy cerca del Cachorro para no verte partir. Y el viernes Villamanrique y el domingo si mi Lola quiere a verte entre casas blancas y rejas verdes, y de vuelta algo caerá por Coria o trianear por el Villorro, y de las que vuelvan para Sevilla. Este año tampoco habrá arenas, este año me has regalado una paz interior que vale un camino eterno. Este año Rocío no voy, por tu culpa. Por esa bendita culpa de estar en tu memoria desde aquel día en el que apoyado en la tercera columna sembré de lágrimas tu suelo. Eso si de miércoles a miércoles mi cordón verde y mi cordón amarillo vendrán conmigo por dentro de la ropa, pegada a la piel que fue donde te metiste desde el primer cohete, desde aquel día en el Cachorro en el que lloré porque mi tía no tenía zapatos y no me habló. Rocío se que en su sonrisa me has dado la resurrección pero como decía aquel carretero de Bollullos "No te olvides de los que me quieren,ni de los otros". Buen camino a todos.

Moe: Ya te debo un gin tonic y un desayuno, haz muchas fotos que me he enganchao a tu fliqui.

4 comentarios:

Zapateiro dijo...

Qué bonito Antonio. A una que está ya con los sentiemientos desatados lee estas cosas y se le ponen los ojos que...

El domingo ve con Lola, echa un ratito y dale las gracias a la Virgen, y no te olvides de que mi casa es tu casa, así que sólo tienes que pegarme un telefonazo.

Reyes dijo...

Pasadlo bien. Yo soy absolutamente nula en asuntos rocieros.

No cogé ventaja, ¡miarma! dijo...

Antonio, estaré en el recinto añil de la Hermandad de Sevilla por si apareces por el Rocío.
Será un placer compartir un ratito de Rocío.
Un abrazo.

Moe de Triana dijo...

Volví de las arenas y de la aldea con energias renovadas y con unos cuantos carretes llenos de momentos.

¡Un saludaso!

LA ÚLTIMA PRINGÁ

 Extraña sensación la de decir que tienes que ir a un bar a comerte un montaito antes de que cierre el domingo y que el camarero descendient...