Los días pasan efímeros. La luz dura muy poco, tan poco como el recuerdo de los que se han ido, en un día monótono. A veces pinceladas de vida en la muerte. A veces la melancolía pasea con abrigos oscuros. Transcurren las níveas cruces a una velocidad de vértigo. Se ve la muerte distinta pensando en tus besos.
jueves, 19 de noviembre de 2009
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4 comentarios:
¡ay, qué lástima de mi comadre...que solita ma dejao!
¡ Que horror el que viva en los pisos de la foto, con esas vistas !
Qué bonita la frase final.
Un abrazo, Canónigo de mi arma.
Tengo una relación rara, especial y normal con la muerte… También tengo un frasco de agua de violetas, me hace gracia usarlo de vez en cuando… es como un perfume antiguo, del estilo a Maderas de Oriente y esas cosas que usaba mi abuela….
En fin, nada tiene mucho sentido, como la lluvia que sólo cayó hoy en tu barrio…
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