Sonaba la nana a la Señá Santa Ana, mientras las luminarias encendían el inicio de tu santo.
Allí a pie de tu campanario nos quedamos a la sombra de recuerdos. La abuela del Señor celebraba su día y mi abuela, aquella trianera del Corral del Moro recibió el mismo nombre que el de la Madre de la Virgen.
Bajamos de la torre con el cansancio propio de los días señalaitos y nos fuimos a seguir recordando la fiesta que nació cuando se velaba a la Abuela de Jesús.
1 comentario:
Mas sencillez, sonoridad y belleza no cabe en un nombre.
Felicidades a todas las que lo llevan , lo llevaron o lo llevarán.
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