miércoles, 26 de marzo de 2008

SILLAS


Las más incómodas, tantas veces deseadas, aún húmedas el sábado santo, y calientes al sol del Domingo de Ramos; como buenas jartibles de la campana a la feria, miradas con deseo amontonadas el lunes santo de madrugada cuando el museo regresa por la Campana; a estas me las encontré el Viernes de Dolores cuando iba a la iglesia del Silencio, y se vinieron conmigo; mi reino por una silla, llegué a pensar el viernes santo viendo mi hermandad por la Alfalfa y es que los pies no daban para más, y sin duda ese es el mejor momento para acordarte de una silla.

2 comentarios:

el aguaó dijo...

¡Cuantas comodidades habrán servido en bandeja esas sillas!

¿Se reutilizarán en Feria?

Un abrazo amigo.

Fran Silva dijo...

Pa un ratito de descanso estan muy bien, pero .... en fin mejor callar.

LA ÚLTIMA PRINGÁ

 Extraña sensación la de decir que tienes que ir a un bar a comerte un montaito antes de que cierre el domingo y que el camarero descendient...