viernes, 1 de marzo de 2019

El Dios de las miradas

 El Cautivo, mi Cautivo. Es el Dios de las miradas. Su influjo sale de una mirada rota porque presiente su futuro y se fundamenta en las miradas que se acercan hasta Él, que es el centro del Universo. Podría estar todo el primer viernes de marzo, mirando las miradas de los que se acercan a verte. Cada una de una manera. La de agradecimiento, la que trae un ramo de flores y una cara con restos de enfermedad, que se rompe en lágrimas cuando no puede sostenerle la mirada. Miradas de "aquí estamos Señor un año más", miradas serias pero inspiradoras de los que han conseguido superar un año malo y vienen a agradecerte tu ayuda. Miradas de alegría con un recién nacido en brazos. "Todo bien Señor guíamelo por el sendero justo". Miradas ensimismadas en tus ojos de pena recordando a los que ya te disfrutan en persona, miradas por las que se trata de ver en tí al familiar o amigo perdido.
Miradas rotas como la de mi Lola que no puede aguantarte la mirada.
Podría llamarse Gemma, podría ser que mientras secaba las manos de el Dios de las miradas, estuviera pensando en los suyos, no los dejes de tu mano Señor, lo mira y lo remira, como no podía ser de otra manera su Cristo es el Dios de las miradas. El Cristo que anda entre nosotros.



No hay comentarios:

LA ÚLTIMA PRINGÁ

 Extraña sensación la de decir que tienes que ir a un bar a comerte un montaito antes de que cierre el domingo y que el camarero descendient...