El sol apretaba, aunque al cruzar la esquina el frescor de la Marisma Madre rivalizaba con el picor del Astro Rey. La Carreta con "la Chiquitita" recién restaurada ya se volvía desde la puerta para buscar la marisma hacía la que ya hace 25 años un santo miró a los rocieros.
Las caras morenas, el polvo en el pelo, sombreros al aire, y esa parte final de los peregrinos de Triana subieron la rampa que lleva hasta Ella. "Aquí estamos otra vez, para decirte que te queremos otra vez..." Como una carreta imaginaria que llegara a sus plantas. Instante de voces que se te clavan en los recuerdos. Caras que se repiten. Algunas faltan pero vienen sus medallas. Gestos compungidos de recuerdo al que no está. Ya no se ve el Simpecado. Seguimos andando que nos siguen las carretas. La megafonía nos acelera. Triana siempre Triana...
domingo, 20 de mayo de 2018
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