domingo, 8 de enero de 2017

LOS RECUERDOS



Tras las fiestas más hermosas y melancólicas del año. Al remover uno de esos muebles donde duermen Reyes y camellos el resto del año; ha vuelto a mis manos el libro de donde vino el nombre que me alumbra en el universo bloguero.
El libro en cuestión, Historias de fantasmas de un anticuario, llegó a mis manos en una época extraña de mi vida y fue leído a oscuras con la poca luz que da la linterna de un móvil. El libro sigue casi inalterable mientras yo he cambiado tanto que sus letras me miran sorprendidas.
Leo algunas de las notas que dejé dentro e invitaciones para copas como marca páginas y me desvelan una vida que ya no parece la mía.
Tiempos convulsos de idas y venidas de subidas y bajadas, de una vida más propia de una montaña rusa que de una persona.
Ahora recuerdo sus letras a oscuras, sus sobresaltos con los ruidos de la noche y la experiencia lectora no fue mala, tanto que adopté el nombre de uno de sus cuentos para seguir el camino del blog.
La vida mejoró y mucho aunque mi sobrenombre provenga de un tiempo pasado, sigo siendo el Canónigo Alberico.

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