martes, 13 de octubre de 2009

AMANECE


A veces amanecía sólo porque era el ciclo vital, y era ese tiempo en el que los amaneceres era aquel momento en el que acababa la noche. Aparecía ante mi un tedioso día en el que soñaba con tu sonrisa. Ya hace un año y algo en el que los amaneceres son ese instante en el que empieza un nuevo día a tu lado y ni te puedes imaginar como varía la luz de la ciudad desde que se que la luz de tu mirada es para mi. Por cierto en el amanecer de la foto el portón estaba cerrado y hubo que buscar un poco para encontrar un café y un trozo de Cazalla en vaso de caña, que hacía frío, más que en la puesta de largo del Yeti.

1 comentario:

Fran Silva dijo...

Que bonitos los amaneceres cuando no hay quehaceres.....

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