domingo, 27 de febrero de 2011

LA GANDINGA



Ni siquiera se si se escribe asi, pero da igual. Después de una noche así lo de menos es la ortografía. Una noche de vegas que son velas. De armaos que enlutan la pena en los rios de cerveza donde crece la sabiduría y de Cleopatras poetas que no escatiman en sonrisas. Alguna que otra psicóloga adorable. Y una abuela a la que le faltan años para ser venerable. A esto le unes la compañía de mi esposa, y de otro armao, el Richar capaz de perpetrar una sevillana a media voz a la guitarra de otro que es armao. Por si fuera poco hubo gin tonics y pasteles de hoja y chocolate de la Roda, todo para convertir la noche en la mejor gandinga posible, la que nace del cariño y el afecto.

3 comentarios:

Rosa G Perea dijo...

Y en medio tú, iluminando con el color de la amistad todo aquello. Una noche inolvidable. Un regalo de Ella.

Anónimo dijo...

Gracias, Antonio. Gracias, hermano. Gracias a todos vosotros que iluminásteis una noche oscura con la candelaria de la amistad y el cariño. Bendito don, de Ella, por ser mis amigos, mis maravillosos amigos.
Rogelio.

Pepe_Leon dijo...

¡ La gandinga que grande es y que grande la tropa !

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