martes, 30 de octubre de 2007

Pregón Inaudito
Me miró con desden, con ese desden que dejas entrever que no necesitas a alguien en tu vida, tenerlo alli era como sacar una papeleta de sitio y que ese día lloviera, como ver un palio que se aleja mientras suena amarguras; seguía sin inmutarse impávido, como un cirio bien fundido, o un sayón que acelera el destino de Cristo; dejé de mirarlo, sin embargo ahi seguía como ausente, sumergido en su mundo, Sevilla presentía el tiempo de la paz que precede a los días grandes de la ciudad, la conversación en la que me hallaba hablaba de pregones y futuros pasos.Pero él seguía allí mirándome con desden, mientrás me alejaba de la vitrina, alli permaneció desparramando su nata por la bandeja, maldije al endocrino; no comerme aquel palo de nata fue como vestirse de nazareno y llegar sólo hasta la puerta de tu casa, allí se quedó buscando un hogar que yo no pude darle, para colmo la luna del parasceve tenía el mismo color que su nata, el mismo que las capas nazarenas que vienen del Porvenir

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